Tenía 18 años. Tocaba en un grupo de baile, y entre el repertorio teníamos esta canción. En el grupo había gusto, emoción, y este tema, como la mayoría, lo bordábamos. Tuvimos tanto éxito, que en algún mes de verano llegamos a ganar cada uno 10.000 pesetas diarias, 60€ actualmente.
Cinco chavales con una medida musical que conmovían a cualquiera. Nunca se podrán olvidar las veladas que pasamos juntos, quizás las mejores de mi vida.
"Quién tachará mi dirección
En tu libreta azul
Archivando mi historia en un cajón
Y tú qué harás, adónde irás, tal vez me olvidarás
Y pondrás mi guitarra en un rincón"