Un ordenador y un proyector era lo usual hasta hace poco en las aulas. También, aunque daba la impresión de que se enteraban pocos, en las escuelas públicas había una aula virtual, una web y una galería de imágenes y vídeos. No había un ordenador por alumno, pero la gente se apañaba. Ahora, los estudiantes disponen de un ordenador por cabeza y un entorno virtual de aprendizaje, y pronto tendrán todos en las aulas paneles digitales, donde escribir sobre ellos será más preciso y agradable que hacerlo sobre una pizarra digital o en un encerado tradicional.
Para comenzar bien, y después de entregar un convertible (portátil tablet) a cada alumno, lo normal es enseñarles a usarlo. Por ejemplo: por excelencia, la entrada de datos en un portátil se hace desde el teclado QWERTY, y en este convertible ya cuenta el alumnado con las aplicaciones adecuadas para aprender a usarlo. Crear un club de dactilografía para que en la escuela cada alumno pueda disputar deportivamente quién da más en este tema es un recurso estupendo; además, si somos capaces de puntuar su trabajo, ofreciendo hasta un veinte por cien de la nota para incentivar esta actividad, casi seguro que en muy poco tiempo las libretas serán menos requeridas, y en el centro del escritorio electrónico del alumnado tendría cabida la edición digital, con su corrector ortográfico, su portapapeles y sus enlaces, imágenes y vídeos, como en ningún papel podrían ser vistos. Con este paso, cada día estaremos más cerca de evaluar lo que actualmente es relevante para los estudiantes, porque sobre estos pilares se asientan las competencias y habilidades que les serán requeridas en el mañana para el desempeño de su trabajo en una sociedad como la nuestra, libre y tecnológicamente avanzada.
Con todo esto, comenzará a vislumbrarse vida más allá de los exámenes, y usar, por ejemplo, recursos y actividades digitales en un entorno virtual de aprendizaje, será el principio del fin del despropósito que actualmente es el de pretender calificarlos exclusivamente por los exámenes. No quita esto que no se pueda usar cualquier otro recurso tradicional que facilite que el alumnado aprenda, ya que los recursos digitales no son un fin, pero si son indispensables para expresarse y comunicarse como en la sociedad actual se requiere.
Huir del caduco sistema que sigue demandando que el peso de un puñado de exámenes dé la medida sobre la que se etiqueta y se juzga a un alumno académicamente sería lo adecuado, porque hoy hay que evaluar habilidades y no tanto memoria. Dejar de cumplir con la sacrosanta memorización de un determinado contenido, hace que ir más allá deje de ser un privilegio de algunos afortunados alumnos que ahora están guiados y acompañados por uno de esos profesores que con su trabajo, talento y compromiso, les ofrece una evaluación formativa resultado de la labor completada en su propia aula.
Todo ha cambiado, aunque a la educación le cuesta. Percibo que la vieja escuela ya no está a la altura, y que no es capaz de superar ese porcentaje de desarraigo que el fracaso escolar imprime. La nueva escuela precisa del trabajo, esfuerzo y compromiso, de aquellos que la viven con la solvencia que se requiere en nuestro tiempo, como en la medicina, porque operar en un cuerpo no está tan distante de operar en el alma, aunque a nadie le parezca que con una mala praxis se pueda hacer aquí también un gran daño.
Dactilografía
Además de los cursos disponibles en Internet, existen aplicaciones de escritorio como, por ejemplo, KTouch. Esta aplicación es un tutor que nos guía en el aprendizaje de la "mecanografía" sin tener que mirar el teclado para guiarnos sobre el mismo.
También lo podemos instalar desde los repositorios de Debian 11 Bullseye, usando Synaptic:
Otra aplicación muy interesante para aprender a teclear con el ordenador —ya que el teclado es, por excelencia, la entrada de datos de nuestro ordenador— es Klavaro. Otro curso completo para aprender dactilografía.Está también disponible en los repositorios de Debian:
Para los más pequeños, TuxTyping, un juego educativo de aprendizaje de mecanografía protagonizado por Tux, el pingüino de Linux. El jugador guía a Tux para que coma el pescado que está cayendo desde lo alto de la pantalla. Cada pescado tiene una letra escrita en él.
Cuando el jugador pulsa la tecla correspondiente, Tux se colocará él solo para comerse el pez. El juego está destinado a niños que están aprendiendo a escribir, aunque tiene niveles de más dificultad que incluso los mecanógrafos experimentados pueden encontrar desafiantes.
TuxType lo podemos encontrar en los repositorios de Debian:
El portapapeles
Sobra cualquier comentario sobre el portapapeles. Copiar, cortar y pegar, es un concepto creado por Larry Tesler, otro de esos genios que han hecho posible que la experiencia informática superara el tedio e hiciera que fuera accesible y fácil de usar en manos de cualquiera. Recientemente fallecido, mi modesto homenaje póstumo recordándolo en estas líneas.
Revisar la ortografía y la gramática
Sumamente fácil de usar y configurar, y trabajando con él no sólo aprenden a usar esta herramienta, sino que aprenden más eficazmente el léxico y su correcta ortografía.
Insertar enlaces e imágenes
Consultando abiertamente la ayuda que nos brindan las aplicaciones de texto o las que nos permiten diseñar presentaciones, cualquiera puede insertar una imagen o un hiperenlace en un documento.
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