sábado, 29 de agosto de 2015

MI pequeña Manchi


De madrugada, solo en mi catre, y a pesar de que no exudo confianza alguna por la presencia de un buen desodorante, ella se encuentra allí, sobre mis pies. Inteligente y mordaz, con su mirada me insinúa que debo dormir tranquilo, que la noche y las estrellas no son oportunas para los humanos, y que sólo el exclusivo sentido felino me garantiza el apacible sosiego de una noche sin fin, el onírico privilegio de aquel que con su presencia puede dormir tranquilo. Ella es “Mi pequeña Manchi”, y aquí les deparo ese momento, intentando de algún modo que les infunda la misma serenidad que a mí me otorga cada noche.

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