No esperaba que me llevara
tanto tiempo completar este trabajo. Mi idea es que estos circuitos
sean lo más sencillos posibles, pero no por ello dejen de ser
eficaces y bien resueltos. Lo intenté un par de veces, pero no daba
completado lo que quería porque la respuesta del circuito a los
sonidos medios y altos era muy baja; funcionaba bien con chasquidos,
golpes y silbidos, pero con la música no seguía muy bien el ritmo,
algo le faltaba. Creo que últimamente adquirí gran experiencia
analizando y reparando juguetes chinos, que me fascinaron por lo
pragmático de sus recursos tanto mecánicos como electrónicos.
En fin, cuando iba a desistir, recordé lo que yo llamo con humor “realimentación china y saturación de electret”, que encontré en algún juguete controlado por la voz o el sonido. Cuando el micrófono sirve sólo para controlar un motor o unos LEDs, importa poco (por lo menos en algunos juguetes) que la ganancia del electret sea tan alta que se sature más fácilmente de lo que es habitual en un micrófono de condensador con preamplificador; así, el electret lo dejé con una impedancia de salida más alta de lo habitual para lograr una ganancia máxima, ya que la ganancia y la impedancia de salida están ligadas directamente al valor de R1. Tiene un inconveniente, que limita el ancho de banda en la parte alta del sonido, y para ello lo compensé con la “realimentación china”, introducida a través del condensador C2, desde el Colector de T2 a la Base de T1.
La sensibilidad del circuito se puede ajustar fácilmente cambiando el valor de R2, y en este caso, con 6800 Ω, digamos que está al máximo. Con otro valor más alto, por ejemplo 10 ó 15KΩ, la sensibilidad es menor, y está mejor adaptado a trabajar en ambientes ruidosos. Estos pequeños detalles y circuitos electrónicos encierran el secreto de otros más grandes. Espero que les resulte interesante.
En fin, cuando iba a desistir, recordé lo que yo llamo con humor “realimentación china y saturación de electret”, que encontré en algún juguete controlado por la voz o el sonido. Cuando el micrófono sirve sólo para controlar un motor o unos LEDs, importa poco (por lo menos en algunos juguetes) que la ganancia del electret sea tan alta que se sature más fácilmente de lo que es habitual en un micrófono de condensador con preamplificador; así, el electret lo dejé con una impedancia de salida más alta de lo habitual para lograr una ganancia máxima, ya que la ganancia y la impedancia de salida están ligadas directamente al valor de R1. Tiene un inconveniente, que limita el ancho de banda en la parte alta del sonido, y para ello lo compensé con la “realimentación china”, introducida a través del condensador C2, desde el Colector de T2 a la Base de T1.
La sensibilidad del circuito se puede ajustar fácilmente cambiando el valor de R2, y en este caso, con 6800 Ω, digamos que está al máximo. Con otro valor más alto, por ejemplo 10 ó 15KΩ, la sensibilidad es menor, y está mejor adaptado a trabajar en ambientes ruidosos. Estos pequeños detalles y circuitos electrónicos encierran el secreto de otros más grandes. Espero que les resulte interesante.
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