Cuando el Príncipe de la Libertad descubrió el portal, todavía Él se guarecía allí; se acercó, ronroneó un poquito, y le dio calor. Al despertar susurró: “Gracias, Feliz Navidad”. “¡Miau!”, exclamó el príncipe.
Espero que este original microrrelato que saqué de mi chistera os guste. La acuarela del fondo de la imagen es de Martín, mi pequeño. La imagen fue sacada con un smartphone. Gracias por la lectura de este blog. Feliz Navidad y Próspero Año Nuevo.
Nacho.
No hay comentarios:
Publicar un comentario