En fin, quizás un simpático ejemplo de economía de "demanda" (término que usa el portavoz de Podemos-España para acuñar su "intención" económica) y de delirio sea oportuno para ilustrar la ocasión. ¿Cuba? ¿Venezuela? ¿Corea del Norte? Sí, Venezuela. En Venezuela impera una bonita economía de “demanda” donde la miseria y el hambre se adueñó de la calle.
Este tipo de políticas económicas son las caducas recetas que el carismático líder salvador de Podemos cree que deben de aplicarse aquí para resolver nuestros problemas, negando la evidencia, que las cuentas podrían cuadrar difícilmente, y la espiral de déficit generada nos llevaría a la quiebra.
La prosperidad no viene del viento, ni de aunar el poder económico y político en las mágicas manos de un iluminado mesías, viene del esfuerzo y compromiso que cada uno de nosotros ponga para mejorar su propia condición dentro del mayor grado de libertad económica que nos permitan, pudiendo contribuir así a la prosperidad de todos, incluso de los realmente necesitados, porque así habrá solvencia y recursos para poder atenderlos. Es curioso que donde no hay libertad económica tampoco la hay política, y los de Podemos no ponen reparo al alienamineto social, económico y político, para "salvarnos" de una supuesta quema. Daniel Lacalle los delata con claridad. Por favor, no se pierdan el vídeo, y abrán bien los ojos, porque la economía aplicada por algunos puede llegar a ser una dura experiencia para todos, como la que sufren los venezolanos, por ejemplo.
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