La corriente que circula a
través de un fotodiodo es proporcional a la luz incidente sobre él.
Para ello tendrá que estar polarizado inversamente, es decir, el
cátodo tendrá que estar polarizado positivamente respecto al ánodo.
Cuando la luz incidente
sobre el fotodiodo aumenta, la corriente a través de él lo hace de
igual modo, produciendo una elevada caída de tensión entre los
extremos de R1, impidiendo la correcta polarización del transistor
bipolar T1. En este momento el LED se mantiene apagado, ya que a
través del transistor no circula corriente alguna. Cuando la luz
deja de incidir sobre el fotodiodo, la corriente a través de él
cesa, facilitando que entre la unión Base-Emisor de T1 exista el
potencial adecuado para que circule corriente a través de ella,
saturando al transistor y encendiendo el LED. El comportamiento del
circuito es idéntico al de un interruptor lumínico.
La sensibilidad de este circuito se puede modificar variando el valor de la resistencia R1.
No hay comentarios:
Publicar un comentario